En la Amazonía, muchos pueblos dependen de la pesca para su alimentación. Tres Esquinas, una comunidad nativa de Loreto, es una de ellas. Allí, los pescadores —agrupados en la asociación “Los Cocodrilos”— tienen apenas cinco cochas donde crecen paiches y arahuanas. Aunque parezcan escasos, estos cuerpos de agua se han convertido en un símbolo de progreso para la comunidad: les han permitido trabajar en el Programa de Manejo Pesquero y exportar parte de su faena a China, sin alterar el equilibrio natural de las cochas. Tal como aprendieron de sus ancestros.